La Salud De Nuestros Cíclidos

La salud de nuestros cíclidos
La enfermedad en nuestros cíclidos es un estado que se da cuando interaccionan un sujeto (el pez), su entorno (el acuario) y un organismo patógeno (el causante de la enfermedad). La mayoría de los agentes patógenos de los peces están siempre presentes, pero no pueden infectarlo a menos que sus defensas se hayan debilitado por presiones ambientales. Por tanto, una terapia con éxito supone algo más que tratar los síntomas aparentes. Si el tratamiento demuestra ser eficaz, debe mejorar también las condiciones ambientales del acuario que han permitido que el agente patógeno ataque a su víctima, es decir, que debe mejorar las condiciones del acuario.
Vayamos por partes:
La presión ambiental.Los cambios bruscos en las condiciones ambientales, producidos por un mal funcionamiento del equipo, como un fallo en el calentador-termostato o una obstrucción del filtro, son causas de estrés para nuestros peces. El cambio que se produce en la química y la temperatura del agua producen directamente la aparición de “IHC” o “punto blanco”, producido por el protozoo Ichthyophthirius multifiliis, una enfermedad parasitaria.
Debes tener siempre a mano un producto eficaz para el tratamiento del punto blanco por si tuvieras la necesidad de tratar rápidamente su aparición. Lo mejor es tratar el acuario dos o tres veces durante unos 10 días, porque pueden quedar quistes en el sistema que podrían reiniciar un segundo ciclo de infección. También sería ideal mantener el acuario con dosis de un tratamiento indicado contra el punto blanco cuando se introducen peces nuevos, después de un periodo de cuarentena.
Se debe tratar de identificar la causa del punto blanco, especialmente si aparece en peces ya bien establecidos. Si, por ejemplo, ha fallado un calentador se debe de poner uno nuevo rápidamente.
Un escaso control del ciclo del nitrógeno tiene mayores y peores consecuencias. La exposición a largo plazo, a elevadas concentraciones de residuos metabólicos amenaza seriamente el sistema inmunitario del pez, haciéndole vulnerable a infecciones bacterianas, como la septicemia hemorrágica y particularmente –en el caso de cíclidos africanos- la “hidropepsia de Malawi”.
Una conducta estresada puede tener idénticos resultados. Eliminar las causas del estrés constituye una parte fundamental de cualquier tratamiento con éxito. Si solamente añades medicación al acuario como respuesta a un determinado conjunto de síntomas, no resolverás el problema causado por la enfermedad.
Para corregir un descontrol en el ciclo del nitrógeno simplemente debes adoptar un programa más riguroso de cambios parciales de agua, es decir, renovar más veces el agua del acuario.
Las infestaciones parasitarias, como las debidas a protozoos o sanguijuelas, responden favorablemente ante un amplio conjunto de medicaciones adecuadas. Sin embargo, las infecciones bacterianas se previenen mucho mejor que se curan. El pronóstico de los peces afectados por una infección bacteriana es reservado, incluso con terapia de antibióticos. Si no se dispone de este tratamiento, la recuperación es poco probable. En tales circunstancias, lo más humanitario –y productivo- es sacrificar a los peces afectados y concentrarse en impedir la extensión de la enfermedad a los individuos sanos restantes.
Hay varios métodos compasivos para sacrificar un pez con una enfermedad terminal. El más sencillo es un rápido golpe contra una superficie sólida, como el fondo de una bañera. Si no eres partidario de un método tan directo, puedes colocar a un pez pequeño en un vaso con soda (sifón) a temperatura ambiente, hasta que no se aprecie movimiento de las agallas. El dióxido de carbono que hace efervescente la soda actúa como una sobredosis de anestésico, y simplemente hace dormir al pez permanentemente. Una dosis diez veces mayor de la normal de un agente tranquilizante, que se puede encontrar en el comercio, tendrá el mismo efecto. Este método es recomendable para cíclidos de 10 cm o mayores.

Heridas.
El tratamiento de las heridas forma parte del cuidado de los cíclidos. La mayoría de la especies son agresivas y, en un acuario, esta agresividad se traduce en rasgados y roturas de aletas, pérdida de escamas o daños similares en la piel. Afortunadamente, los cíclidos tienen una sorprendente capacidad de recuperación.
Para su tratamiento debes trasladar a los ejemplares heridos a un “acuario hospital” con agua reciente con la misma temperatura y características químicas que la del acuario original. El tratamiento de heridas superficiales, como aletas rasgadas o mordisqueadas, la pérdida de unas pocas escamas o pequeñas abrasiones en el cuerpo o la cabeza, no requiere más que la adición de vitamina B12 al acuario hospital y la elevación de la temperatura unos pocos grados para inducir la saludable recuperación de los tejidos.
Los daños serios, como aletas destrozadas hasta su base, heridas abiertas o pérdidas masivas de escamas, necesitan más atención. En el comercio hay remedios adecuados y excelentes, solamente debes asegurarte de seguir estrictamente las instrucciones del fabricante. Para impedir infecciones bacterianas secundarias, se debe dosificar el acuario hospital con un antibiótico basado en anillos de furano y con vitamina B12 soluble. Este régimen terapéutico ofrece las mayores probabilidades de que la regeneración de tejidos se produzca normalmente, con las mínimas cicatrices o deformación de los radios de las aletas.
La calidad del agua.
La baja calidad del agua es muchas veces el origen de enfermedades de los peces. Los controles regulares permiten identificar los problemas de calidad del agua y actuar en consecuencia para corregirlos antes de que los peces resulten afectados. El control ayuda a identificar la causa del problema, haciendo más fácil la diagnosis, más rápido el tratamiento y más improbable la reaparición de la enfermedad. Los equipos de test en pastillas no necesitan de conocimientos técnicos, son fáciles de usar y están provistos de cartas de color para comparar y ayudar así a los acuariófilos a determinar la calidad del agua.
La mayor parte de las enfermedades más comunes de los peces, incluida la descomposición de aletas, boca y agallas, los hongos, el punto blanco y otras parasitosis por protozoos, las úlceras y la hidropepsia, pueden tratarse satisfactoriamente con productos asequibles en las tiendas del ramo. Los buenos tratamientos están basados en años de experiencia y contienen tablas de diagnóstico. La dosificación es fácil y, lo que es más importante, no se necesita correr el riesgo de mezclar reactivos.
Al igual que ocurre con el envenenamiento accidental, las heridas graves son más fáciles de prevenir que de tratar. Los combates serios entre cíclidos son siempre el resultado de espacio vital insuficiente, escasez de refugios o una interrupción de la secuencia reproductora normal. Si se conocen las necesidades de espacio de una especie determinada antes de introducirla en el acuario y se siguen las sugerencias sobre acomodación de los cíclidos, las agresiones no deberían, por lo general, constituir un problema intratable o sin solución.
Síntomas y remedios de las enfermedades.
La mejor manera de evitar enfermedades es, en primer lugar, adquirir peces saludables en un buen comercio, que mantenga una alta calidad del agua en sus acuarios. Se deben hacer todas aquellas preguntas que sean necesarias para averiguar las necesidades del pez antes de la compra. Un buen proveedor siempre te dará respuestas.
El aficionado tiene que tratar a menudo con ejemplares capturados en la naturaleza, los denominados ejemplares salvajes. Muchas veces están demacrados y picotean, pero rechazan, cualquier alimento que se les ofrece, vivo o de otro tipo, produciendo heces blancas y deshilachadas.
Este síndrome puede estar causado por los protozoos Hexamita o Spironucleus, nematodos (Capillaria), u otros. El Metronidazol es el medicamento recomendado generalmente para el tratamiento de los protozoos en los cíclidos y el Dylox (Masoten) para los nematodos. El ácido naladíxico es un antibiótico que ha demostrado ser también útil. El uso de medicamentos especializados para enfermedades específicas requiere cuidado y atención al detalle. Es aconsejable consultar publicaciones al día o buscar asesoramiento profesional. Por último, los peces salvajes presentan muchas veces parásitos intestinales. Existen en el mercado diversos preparados alimentarios con medicamentos, que llevan varios antihelmínticos de sabor atrayente y que pueden ser muy útiles en estos casos.
La enfermedad conocida como “agujeros en la cabeza” (producida por los parásitos unicelulares Hexamita y Spironucleos), puede afectar a los cíclidos en acuarios superpoblados o en condiciones de poca calidad del agua. Existen tratamientos adecuados para Hexamita, y hay medicamentos específicos antiprotozoos, como el metronidazol y el dimetridazol, que también pueden ser eficaces. Para estos medicamentos puede ser necesaria una prescripción veterinaria para poder adquirirlos.
Todos estos tratamientos se deben administrar a los peces afectados en un acuario de cuarentena. En la práctica, la tasa de éxito para los cíclidos es bastante pobre una vez que la enfermedad se manifiesta, pero existen pocas opciones alternativas.
La mayoría de las infecciones bacterianas y de parásitos son identificadas erróneamente por los acuariófilos que, en consecuencia, aplican un tratamiento incorrecto. Por ejemplo, los verdaderos hongos (Saprolegnia) raramente aparecen. La coloración general blanquecina de los tejidos se atribuye a veces a los hongos, pero se debe generalmente a una infección bacteriana. Comprueba siempre los síntomas y haz una diagnosis correcta antes de pasar a la acción. Si tienes dudas, consulta siempre a un experto.
Muchos libros hacen referencia a las duelas de las agallas (Dactylogyrus y otras especies). Cada vez que un pez comienza a sentir comezón y a restregarse contra las rocas, invariablemente se sugiere que las duelas de las agallas son las responsables. En realidad, están al final de la lista de las posibles causas. De nuevo es necesario dilucidar las causas más probables antes de destruir el acuario con un tratamiento equivocado.
Recuerda: Los peces saludables rara vez enferman si la calidad del agua, los niveles de población y el programa de alimentación y de cambios de agua son correctos. Y la mayoría de las veces un cíclido que presente síntomas de enfermedad se recupera procurando mantener una perfecta calidad del agua.

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